jueves, 14 de noviembre de 2013

FILIPINAS Y SUS MUJERES: GABRIELA SILANG, MELCHORA AQUINO Y TODAS LAS DEMÁS

Por desgracia el tifón de Filipinas ha dejado tras de sí numerosos muertos, y como no, muchos más damnificados. es muy triste ver en las noticias cómo los niños deambulan por la calles sin rumbo fijo y totalmente perdidos. Qué será de toda esa gente? Cómo serán sus vidas a partir de ahora? Cómo saldrán adelante después de semejante catástrofe? La ayuda internacional que siempre está ahí para estos casos, será todo lo efectiva que debería? Se destinarán todos los recursos donados a solventar las desgracias de estas personas ya de por sí castigadas por la vida?
Filipinas se compone de más de 7.000 islas con diferentes culturas, idiomas y dialectos, unos 186 según un estudio etnolingüístico.
De un histórico pre-colonial donde la mujer filipina disfrutaba de los mismos privilegios, derechos y oportunidades que los hombres, posteriormente llega la época colonial española donde se inicia una constante y larga tradición de subordinación cultural, económica y social que se alarga hasta los días actuales. Históricamente la mujer en Filipinas ha sufrido una continua discriminación, pero también la evolución de la lucha a favor de sus derechos. Esta lucha está impulsada principalmente por las propias mujeres filipinas.

La mujer filipina pre-colonial era tratada como una compañera y no como esclava. Tenía libertad en la toma de decisiones en la familia. Los matrimonios arreglados eran habituales y la familia de las mujeres recibía la dote de la familia del novio como indemnización por la pérdida de su hija y ésta era una cantidad acordada de acuerdo con sus medios. Tanto hombres como mujeres podían obtener un divorcio por las siguientes razones: el incumplimiento de las obligaciones familiares, no tener hijos, y la infidelidad. Si la mujer tuvo la culpa, su familia se veía obligada a devolver la dote, pero si el marido tuvo la culpa, él perdía sus derechos a la dote. Además, la pareja podría obtener la custodia de sus hijos por igual y los bienes y tierras adquiridos después del matrimonio se dividirían en partes iguales, y al culpable se le pedía incluso que pagara multas.
La educación era una oportunidad para ambos sexos sin distinciones. En la mayoría de los casos, las mujeres fueron los jefes de los medios de subsistencia de sus familias. De hecho, la historia cuenta que muchos contratos fueron realizados en presencia de una mujer y que su firma era suficiente para que
una transacción fuera dada como válida. Además, debido al sistema de parentesco bilateral existente en Filipinas, se otorgaban otros derechos a la mujer filipina, como es el caso de la igualdad jurídica y el derecho de heredar la propiedad de la familia. A la mujer filipina en la época pre-colonial, no se le prohibía tener un lugar destacado en asuntos políticos pero las referencias en relación a su posición y participación son apenas de leyendas de la cultura filipina.
En la época pre-colonial la leyenda destaca la muy notable LUBLUBAN que fue la primera legisladora a tratar las preocupaciones en las prácticas rituales y con relación a la herencia.
También, cabe destacar la princesa URDUJA de Pangasinan que según cuenta la leyenda, conocía la cultura asiática y las lenguas y lideró un ejército de mujeres cualificadas.
La reina SIMA fue conocida como la que se creía ser uno de los gobernantes de Cotabato que en el siglo XII mantuvo la paz y la prosperidad de la región.

En algunas comunidades, el Babaylan era muy respetado como sacerdote o practicante religioso, así como curandero, consejero y mediador en la tribu. A pesar de que difieren en el nombre, cada tribu tenía sus propios practicantes religiosos, y en este caso, las mujeres fueron preferidas a los hombres. En el papel de un babaylan. Las mujeres participaron activamente en eventos importantes como nacimientos, bodas, siembra y cosecha, actuando como curanderos, parteras y practicantes religiosos que tenían contacto con el mundo espiritual.
En definitiva en la época pre-colonial las mujeres filipinas siempre gozaron de una mayor igualdad en la sociedad comparadas a otras mujeres del sudeste de Asia. A diferencia de algunas otras culturas donde se
ve el nacimiento de una niña como algo muchas veces indeseable, una niña es tan bienvenida como un niño en Filipinas.
Durante los 400 años de colonización española la mujer filipina pierde el derecho de disfrutar de los mismos privilegios, derechos y oportunidades que los hombres. A pesar de esa pérdida oficial de muchos derechos, las mujeres filipinas fueron siempre conscientes de su importancia, su poder, y su igualdad con los hombres. 
Como ejemplo, dos heroínas filipinas hicieron una gran contribución a la liberación de Filipinas durante la colonización, estas son Gabriela Silang y Melchora Aquino.
GABRIELA SILANG (1731 - 1763) Su abuelo era gallego que llegó a Filipinas en algún momento del siglo XVII. Fue la esposa del lider local insurgente Diego Silang. Tras el asesinato de su marido en 1763, lideró el grupo durante cuatro meses, era conocida como "la Generala" posteriormente fue capturada y ejecutada por el gobierno colonial de las Indias Orientales Españolas.
MELCHORA AQUINO: (1812 -1919 ) Hija de padres campesinos humildes, Melchora aprendió a leer y escribir a edad temprana y era una mujer que tenía talento como cantante, animaba en locales como misas, etc. Se quedó a cargo de sus 6 hijos cuando su marido (barangay) murió con su hijo más pequeño tenía 7 años.
Poseía una tienda que se convertiría en un refugio para los revolucionarios enfermos y heridos. Tanto en la tienda como en su casa se hacían reuniones secretas y por ello la llamaban Madre Katipunan o revolución. Cuando la administración colonial española supo de su apoyo a los revolucionarios, la interrogaron para averiguar el paradero de algunos de ellos y ella rechazó constantemente estas presiones. Fue arrestada y deportada a las Islas Marianas. Cuando Estados Unidos se hizo con el control de las Filipinas en 1898, regresó a casa y murió a la edad de 107 años.

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