Por fin, una mujer está impartiendo justicia en este país. La gran estafa vivida en la junta de Andalucía en el caso de los ERES falsos ahora tiene una espada de Damocles encima, tal y como es de justicia.
Espero que permitan trabajar a esta juez con profesionalidad y sin tratos de favor para ninguno de los culpables de este caso.
Los calificativos que más se repiten son: inteligente, discreta, trabajadora, hermética y tímida.
Su caso puede hacer historia en este país, ya que hay unos mil millones de euros empleados irregularmente por la administración pública, donde están implicados personajillos que ocupaban puestos como: la dirección general de empleo, delegaciones provinciales, viceconsejerías, etc. sin dejar de mencionar nuestros "afamados" sindicados.
Mercedes Alaya, actualmente trabaja en los juzgados de Sevilla, pero su brillante carrera profesional comenzó mucho antes. Posee un expediente académico en derecho intachable, en dos años logró la plaza a la judicatura. A finales de los años 80 ya ejercía en Carmona (Sevilla) posteriormente se traladó a Fuengilora (Málaga) donde condenó por malversación de fondos a un alcalde. Esta sentencia fue ratificada por el Tribunal Supremo 4 años después.
Respecto a su vida personal, tiene 49 años y lleva 30 casada con Jorge Castro García (prestigioso auditor) y es madre de 4 hijos.
Aún no termino de entender por qué se ha permitido que afiliados a UGT increpen a esta señora, cuando es de los pocos jueces en España, que realiza su trabajo con auténtica profesionalidad y rigor.
Mercedes Alaya, con más de 10.000 seguidores en facebook y apoyada por muchas más personas en la calle, debe ser un icono para la lucha contra la corrupción en las instituciones públicas.
No debemos consentir que los secretos a voces de corrupión permanezcan impunes.
Por su trabajo y saber estar, gracias Dª Mercedes Alaya.
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