FUENTE LA NUEVA ESPAÑA
«Eres un mono de mierda». Esta frase,
seguida de sonidos guturales y gestos imitando a un simio, es una de las
vejaciones que denuncian los ex trabajadores -todos inmigrantes en
situación irregular en el momento de los hechos- de una empresa ovetense
de reparto de publicidad a domicilio acusada de aprovecharse de la
situación de necesidad de los «buzoneadores» para privarlos de todos los
derechos que les correspondían como trabajadores y someterlos, además, a
un trato humillante y vejatorio. Desgranaron los detalles, ayer, varios
ex trabajadores que acudieron en calidad de testigos al juicio contra
el administrador (J. E. Y. G.) y el socio de la empresa (J. F. C. G.),
para quien el fiscal pide 3 y 5 años de cárcel, respectivamente.
Los
dos empresarios acusados se negaron a responder las preguntas del
ministerio fiscal y de la acusación particular y sólo contestaron las
preguntas de los letrados de la defensa para negar la comisión de los
delitos que se les imputan: uno contra los derechos de los trabajadores y
otro de obstrucción a la justicia, en el caso del administrador, puesto
que declaró en Comisaría que conocía a los repartidores de publicidad
de una peña de fútbol y que se reunían en la nave de reparto de
publicidad por asuntos relacionados con este deporte.
Según
declararon ayer los ex trabajadores, las vejaciones de tipo racista se
cometían, sobre todo, contra los trabajadores senegaleses. Los testigos
explicaron que, puesto que no conocían el idioma, se reían de ellos.
«Les decía -en referencia al administrador- que tenían que ir a Ciudad
Naranco y, como ellos no lo entendían, se ponía como loco repitiendo:
"¡No entiendo, no entiendo!", los llamaba monos y se ponía a saltar
imitando a un simio», aseguró uno de los testigos durante la vista oral
que tuvo lugar ayer en el Juzgado de lo penal número 4.
Varios
testigos coincidieron también al describir una escena vejatoria contra
un ciudadano argelino diabético. Según explicaron, este hombre en una
ocasión pidió un adelanto del salario para comprar insulina y la
respuesta del administrador fue que le realizase una felación. En la
sala los testigos relataron también un episodio similar cuando este
mismo trabajador solicitó permiso para ir al baño. «Si me la chupas, te
dejo», habría respondido el administrador de la empresa, según relató
ayer un testigo. No obstante, en el juicio declararon también dos ex
trabajadores senegaleses que negaron haber sido víctimas de ningún
abuso.
Los testigos también relataron que la empresa les había
prometido un contrato de trabajo. Sin embargo, según trascendió ayer en
la primera sesión de la vista oral, los empleados carecían de contrato,
no estaban afiliados a la Seguridad Social y si no se presentaban a
trabajar por estar enfermos eran despedidos. Los «buzoneadores»
denuncian, además, que trabajaban más de diez horas al día, sábados
incluidos, por 300 euros al mes. Además, cuando salían a repartir
publicidad fuera de Oviedo tenían que pagarse el viaje y aportar su
propio material de trabajo, en este caso, una mochila.
En
total, son trece los trabajadores afectados por estos hechos. En la
vista oral de ayer declararon seis. A petición de la fiscal y la
acusación particular se dio lectura a las declaraciones en Comisaría de
algunos de los trabajadores que no comparecieron ayer en la sala. Tras
casi cuatro horas de declaraciones, la vista oral proseguirá mañana con
el interrogatorio de los agentes de la Policía Nacional que realizaron
la investigación en 2008.
VERGONZOSO!!! Creo que con ésto ya, sobran las palabras...
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